domingo, 22 de abril de 2012

SEGUNDO PREMIO II CONCURSO LITERARIO


LA CÁRCEL QUE SE CONVIRTIÓ EN BIBLIOTECA.
Hace muchos años, Fausto y Basilio, dos presos de la cárcel de Laviana detenidos por robar una gallina para compartir, hablaban en la cama de su celda. Faus, cuando aprendas a leer y a escribir me gustaría que escribas sobre un tema que te guste mucho. Este le dijo a su amigo Basilio, tengo un tema genial. Como tengo dotes adivinas sé que en este lugar dentro de un tiempo, van a construir una biblioteca, así que escribiré un libro en el que cada uno de nuestros compañeros cuente cómo son sus días aquí.
Al día siguiente contaron sus planes en el patio y el resto de los presos se partieron de risa, pero todos comenzaron a contar sus historias aunque algunos no creían que una cárcel se pudiera convertir en un lugar donde acudir en libertad a leer y pasar un rato divertido.
Faus, para que sus compañeros confiasen en ello, decidió hacer en su celda un lugar en el que el resto de los presos pudiesen ir a pasar un rato leyendo, escribiendo o escuchando sus historias.
Como Fausto y Basilio eran tan buenos, el jefe de la cárcel, el señor Don Luis, les concedió un rincón donde poder leer y escribir libremente.
Tiempo después, los presos tuvieron otra genial idea, mediando el libro que habían escrito pedirían a los responsables de aquel lugar que les diesen una celda con estanterías, mesas y sillas para colocar sus historias y las de sus amigos y así pasar el rato leyendo, escribiendo y aprendiendo lo que no sabían a hacerlo. Les dieron la celda que llamaron Biblioteca.
Días después llegó a oídos de los vecinos de Laviana que donaron libros para que hiciesen su biblioteca más grande.
Pasados unos meses, la cárcel iba a ser derribada y a los presos se les trasladó. A Basilio y Fausto se les concedió la libertad con la condición de que fuesen los bibliotecarios, ya que en ese lugar se construiría una biblioteca. Ellos aceptaron pero no antes de saber que iban a conservar los relatos de sus compañeros.
Todos reconocieron las dotes de adivino de Faus.
Siendo así como una cárcel se convirtió en la biblioteca del pueblo, donde la gente puede ir a leer, escribir, estudiar, buscar información, ayudar al que no sabe y así dar cultura a las personas.

Autora: FLORA. Laura García Díaz. (C.P.Elena Sánchez Tamargo, 5º curso)

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