domingo, 22 de abril de 2012

PRIMER PREMIO II CONCURSO LITERARIO


-MUCHO CON MUY POCO-.


Como todos los años, Amelia estaba desilusionada por no poder comprarle aquella casita de muñecas que a Marina tanto le gustaba. Otro año más su hija pasaría las navidades sin regalos.
Salía de trabajar, cansada y triste, después de haber estado toda la tarde finalizando las compras que la señora le había encargado. Pedro y María sí que iban a tener regalos. Eran unos niños egoístas, malcriados e inconformistas, sabía que al día siguiente abrirían los regalos con mala cara y desgana. Ella sí que tenía suerte con su hija y le daba rabia no poder comprarle nada. Como iba diciendo, salí de trabajar triste y desganada, pero sabía que al llegar a casa le esperaba la preciosa sonrisa de su hija. Eso le aportaba mucha felicicidad. De repente, comenzó a llover y el frío que sentía en la cara y las manos no resultaba nada agradable , así que decidió refugiarse en una pequeña biblioteca que le quedaba de camino a casa. Cuando entró, se quedó asombrada: estaba repleto de paisajes de ensueño, caballeros de plateada armadura, hermosos castillo, princesas encantadas...pero por supuesto estanterías y estanterías de libros de todo tipo. Amelia había perdido la noción del tiempo y cuando miró su reloj se dió cuenta de que se le había hecho tardísimo, pero había valido la pena, porque por fin consiguió el regalo perfecto para Marina.
Después de una pequeña carrera consiguió llegar a casa antes de que Marina empezara a preocuparse. Cuando la pequeña oyó las llaves corrió a saludarla con su dulce voz y su resplandeciente sonrisa:
-¡ Mami ¡ Por fin has llegado, ¿Qué tal te ha ido en el trabajo?- preguntó Marina mientras le daba un abrazo.
-Bien. Hoy he salido un poco más tarde, pero bien. Venga, vete y acuéstate, que mañana es un día muy especial.-
Cuando Marina se levantó encontró un paquete debajo del árbol de navidad que habían colocado su padre y ella antes de que él se fuera a trabajar. Lo abrió, muy ilusionada. Sabía que tendría que ser un regalo muy bonito y especial, de hecho, lo era.
-¿Te ha gustado el regalo?- Preguntó Amelia muy emocionada.
-Mamá, es precioso muchas gracias. Me voy a mi cuarto.
-Pero termina pronto, nos tenemos que ir a la casa de la señora. Hoy nos han invitado a comer con ellos.
-Está bien, me voy a vestir- Mientras iban caminando hacia la casa de la señora, Marina no dejaba de hablar de lo mucho que le había gustado el regalo. Estaba muy contenta y mientras hablaba iba dando saltos de alegría y moviendo los brazo a un lado y a otro.
-Hola Marina- dijeron a coro María y Pedro mientras jugaban con sus nuevos juguetes.
-Hola chicos. ¿Qué os han traído los Reyes Magos? -preguntó Marina.
-Nos han traído una casita de muñecas, un maletín de pinturas, coches, peluches, ropa, unos cuadros para colorear y unos zapatos nuevos, -dijo María con aires de superioridad.
-¿y a tí que te han traído?- preguntó Pedro.
- A mí me han traído muchas cosas: Un vestido de princesa, y un viaje a un país fantástico, también he podido conocer al emperador de Rusia y a una gallina que pone huevos de oro. Me han traído un precioso perrito y una casita de muñecas, incluso unos pendientes de diamantes.-dijo Marina muy feliz.
-Pero, eso es imposible. No tenéis tanto dinero.- dijo Pedro envidiosamente.
-Claro que no es imposible. Me han regalado un libro.

Autora: Beatriz Velasco Fernández. (6º curso C.P.Elena Sánchez Tamargo).

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