
La historia transcurre en una pequeña isla noruega de pescadores, poco tiempo después de la guerra.
La narradora es una niña, casi adolescente, que vive con su madre y su padrastro en un antiguo caserón ruinoso que comparten con otras familias, el hormiguero.
A través de Tora conocemos a su familia, sus compañeros de colegio, sus vecinos, y "la peligrosidad", esa sensación de desasosiego e inseguridad que la acompaña siempre.
Y es que Tora sufre el desprecio de los otros niños por ser hija de un soldado alemán, tener el pelo rojo, oler a pescado... además sufre abusos por parte de su padrastro,un hombre violento y alcohólico.
Pese a ello, es una niña fuerte y alegre, que se ha fabricado un mundo propio donde se mantiene protegida, y que ha descubierto que una vida mejor es posible y aspira a alcanzarla.
Se trata de una novela corta, escrita con muy buen estilo, en la que los temas más escabrosos son abordados de una manera sutil y delicada, con un lenguaje sencillo y poético. Es más que la historia de Tora, es la historia de todas las niñas que sufren abusos y todas las mujeres que luchan por diariamente por sobrevivir.